Temo que al oscurecer vuelva a recordar, que sin ti esperar es matar el fuego, que por ti tengo en mi pecho, y de mi escapa la risa falsa, en vez de empezar a llorar, y volver a llorar, todo otra vez por ti. Temo que al amanecer vuelva a encontrar, que sin ti la casita está loca de atar, nada puedo escuchar, que no me traiga a la memoria lo que fui, y añoro los años en los que debí volver al hogar, y volver a rogar, harto de rodar por ti. Escucho las voces de tango, al ver todas las bazas que he perdido al seguir en la timba de amar, en la puerta de un bar, atado a un querer, por ti, por ti.