歌曲 | Una Canción para la Magdalena |
歌手 | Joaquín Sabina |
专辑 | 19 Dias Y 500 Noches |
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Si, a media noche, por la carretera | |
que te conté, | |
detrás de una gasolinera | |
donde llené, | |
te hacen un guiño unas bombillas | |
azules, rojas y amarillas, | |
pórtate bien | |
y frena. | |
Y, si la Magdalena | |
pide un trago, | |
tú la invitas a cien | |
que yo los pago. | |
Acércate a su puerta y llama | |
si te mueres de sed, | |
si ya no juegas a las damas | |
ni con tu mujer. | |
Sólo te pido que me escribas, | |
contándome si sigue viva | |
la virgen del pecado, | |
la novia de la flor de la saliva, | |
el sexo con amor de los casados. | |
Dueña de un corazón, | |
tan cinco estrellas, | |
que, hasta el hijo de un Dios, | |
una vez que la vio, | |
se fue con ella. | |
Y nunca le cobró | |
la Magdalena. | |
Si estás más solo que la luna, | |
déjate convencer, | |
brindando a mi salud, con una | |
que yo me sé. | |
Y, cuando suban las bebidas, | |
el doble de lo que te pida | |
dale por sus favores, | |
que, en casa de María de Magdala, | |
las malas compañías son las mejores. | |
Si llevas grasa en la guantera | |
u un alma que perder, | |
aparca, junto a sus caderas | |
de leche y miel. | |
Entre dos curvas redentoras | |
la más prohibida de las frutas | |
te espera hasta la aurora, | |
la más señora de todas las putas, | |
la más puta de todas las señoras. | |
Con ese corazón, | |
tan cinco estrellas, | |
que, hasta el hijo de un Dios, | |
una vez que la vio, | |
se fue con ella, | |
Y nunca le cobró | |
la Magdalena. |
Si, a media noche, por la carretera | |
que te conte, | |
detra s de una gasolinera | |
donde llene, | |
te hacen un gui o unas bombillas | |
azules, rojas y amarillas, | |
po rtate bien | |
y frena. | |
Y, si la Magdalena | |
pide un trago, | |
tu la invitas a cien | |
que yo los pago. | |
Ace rcate a su puerta y llama | |
si te mueres de sed, | |
si ya no juegas a las damas | |
ni con tu mujer. | |
So lo te pido que me escribas, | |
conta ndome si sigue viva | |
la virgen del pecado, | |
la novia de la flor de la saliva, | |
el sexo con amor de los casados. | |
Due a de un corazo n, | |
tan cinco estrellas, | |
que, hasta el hijo de un Dios, | |
una vez que la vio, | |
se fue con ella. | |
Y nunca le cobro | |
la Magdalena. | |
Si esta s ma s solo que la luna, | |
de jate convencer, | |
brindando a mi salud, con una | |
que yo me se. | |
Y, cuando suban las bebidas, | |
el doble de lo que te pida | |
dale por sus favores, | |
que, en casa de Mari a de Magdala, | |
las malas compai as son las mejores. | |
Si llevas grasa en la guantera | |
u un alma que perder, | |
aparca, junto a sus caderas | |
de leche y miel. | |
Entre dos curvas redentoras | |
la ma s prohibida de las frutas | |
te espera hasta la aurora, | |
la ma s se ora de todas las putas, | |
la ma s puta de todas las se oras. | |
Con ese corazo n, | |
tan cinco estrellas, | |
que, hasta el hijo de un Dios, | |
una vez que la vio, | |
se fue con ella, | |
Y nunca le cobro | |
la Magdalena. |
Si, a media noche, por la carretera | |
que te conté, | |
detrá s de una gasolinera | |
donde llené, | |
te hacen un gui o unas bombillas | |
azules, rojas y amarillas, | |
pó rtate bien | |
y frena. | |
Y, si la Magdalena | |
pide un trago, | |
tú la invitas a cien | |
que yo los pago. | |
Acé rcate a su puerta y llama | |
si te mueres de sed, | |
si ya no juegas a las damas | |
ni con tu mujer. | |
Só lo te pido que me escribas, | |
contá ndome si sigue viva | |
la virgen del pecado, | |
la novia de la flor de la saliva, | |
el sexo con amor de los casados. | |
Due a de un corazó n, | |
tan cinco estrellas, | |
que, hasta el hijo de un Dios, | |
una vez que la vio, | |
se fue con ella. | |
Y nunca le cobró | |
la Magdalena. | |
Si está s má s solo que la luna, | |
dé jate convencer, | |
brindando a mi salud, con una | |
que yo me sé. | |
Y, cuando suban las bebidas, | |
el doble de lo que te pida | |
dale por sus favores, | |
que, en casa de Marí a de Magdala, | |
las malas compaí as son las mejores. | |
Si llevas grasa en la guantera | |
u un alma que perder, | |
aparca, junto a sus caderas | |
de leche y miel. | |
Entre dos curvas redentoras | |
la má s prohibida de las frutas | |
te espera hasta la aurora, | |
la má s se ora de todas las putas, | |
la má s puta de todas las se oras. | |
Con ese corazó n, | |
tan cinco estrellas, | |
que, hasta el hijo de un Dios, | |
una vez que la vio, | |
se fue con ella, | |
Y nunca le cobró | |
la Magdalena. |