歌曲 | Amor Americano |
歌手 | Los Jaivas |
专辑 | Alturas de Macchu Pichu |
作曲 : Jaivas, Neruda | |
Sube conmigo, amor americano | |
besa conmigo las piedras secretas. | |
la plata torrencial del Urubamba | |
hace volar el polen a su copa amarilla. | |
Vuela el vacío de la enredadera, | |
la plata pétrea, la guirnalda dura | |
sobre el silencio del cajón serrano. | |
Amor, amor, hasta la noche abrupta, | |
desde el sonoro pedernal andino, | |
hacia la aurora de rodillas rojas, | |
contempla el hijo ciego de la nieve. | |
Oh, Wilkamayu de sonoros hilos, | |
cuando rompes tus truenos lineales | |
en blanca espuma, como herida nieve, | |
cuando tu vendaval acantilado | |
canta y castiga despertado al cielo, | |
¿Qué idioma traes a la oreja apenas | |
desarraigada de tu espuma andina? | |
Amor, amor, no toques la frontera | |
ni adores la cabeza sumergida | |
deja que el tiempo cumpla su estatura | |
en su salón de manantiales rotos, | |
y entre el agua veloz y las murallas, | |
recoge el aire del desfiladero, | |
las paralelas láminas del viento, | |
el canal ciego de las cordilleras, | |
el áspero saludo del rocío, | |
y sube, flor aflor, por la espesura, | |
pisando la serpiente despeñada. | |
Ven a mi propio ser, al alba mía, | |
hasta las soledades coronadas | |
el reino muerto vive todavía. |
zuò qǔ : Jaivas, Neruda | |
Sube conmigo, amor americano | |
besa conmigo las piedras secretas. | |
la plata torrencial del Urubamba | |
hace volar el polen a su copa amarilla. | |
Vuela el vací o de la enredadera, | |
la plata pé trea, la guirnalda dura | |
sobre el silencio del cajó n serrano. | |
Amor, amor, hasta la noche abrupta, | |
desde el sonoro pedernal andino, | |
hacia la aurora de rodillas rojas, | |
contempla el hijo ciego de la nieve. | |
Oh, Wilkamayu de sonoros hilos, | |
cuando rompes tus truenos lineales | |
en blanca espuma, como herida nieve, | |
cuando tu vendaval acantilado | |
canta y castiga despertado al cielo, | |
Qué idioma traes a la oreja apenas | |
desarraigada de tu espuma andina? | |
Amor, amor, no toques la frontera | |
ni adores la cabeza sumergida | |
deja que el tiempo cumpla su estatura | |
en su saló n de manantiales rotos, | |
y entre el agua veloz y las murallas, | |
recoge el aire del desfiladero, | |
las paralelas lá minas del viento, | |
el canal ciego de las cordilleras, | |
el á spero saludo del rocí o, | |
y sube, flor aflor, por la espesura, | |
pisando la serpiente despe ada. | |
Ven a mi propio ser, al alba mí a, | |
hasta las soledades coronadas | |
el reino muerto vive todaví a. |