歌曲 | El hombre extraño |
歌手 | Silvio Rodríguez |
专辑 | Silvio en Chile, Vol. 1 |
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Era extraño aquel hombre, | |
O por tal lo tomaron, | |
Porque besaba todo | |
Lo que hallaba a su paso. | |
Besaba a las personas, | |
Al perro, al mobiliario | |
Y mordía dulcemente | |
La ventana de un cuarto. | |
Cuando salía a la calle | |
Le iba besando al barrio | |
Las esquinas, aceras, | |
Portales y mercados, | |
Y en las noches de cine | |
(también las de teatro) | |
Besaba su butaca | |
Y las de sus costados. | |
Por estas y otras muchas | |
Los cuerdos lo llevaron | |
Donde nadie lo viera, | |
Donde no recordarlo, | |
Y cuentan que en su celda | |
Besaba sus zapatos, | |
Su catre, sus barrotes, | |
Sus paredes de barro. | |
Un día sin aviso, | |
Murió aquel hombre extraño | |
Y muy naturalmente | |
En tierra lo sembraron. | |
En ese mismo instante, | |
Desde el cielo, los pájaros | |
Descubrieron que al mundo | |
Le habían nacido labios. |
Era extra o aquel hombre, | |
O por tal lo tomaron, | |
Porque besaba todo | |
Lo que hallaba a su paso. | |
Besaba a las personas, | |
Al perro, al mobiliario | |
Y mordi a dulcemente | |
La ventana de un cuarto. | |
Cuando sali a a la calle | |
Le iba besando al barrio | |
Las esquinas, aceras, | |
Portales y mercados, | |
Y en las noches de cine | |
tambie n las de teatro | |
Besaba su butaca | |
Y las de sus costados. | |
Por estas y otras muchas | |
Los cuerdos lo llevaron | |
Donde nadie lo viera, | |
Donde no recordarlo, | |
Y cuentan que en su celda | |
Besaba sus zapatos, | |
Su catre, sus barrotes, | |
Sus paredes de barro. | |
Un di a sin aviso, | |
Murio aquel hombre extra o | |
Y muy naturalmente | |
En tierra lo sembraron. | |
En ese mismo instante, | |
Desde el cielo, los pa jaros | |
Descubrieron que al mundo | |
Le habi an nacido labios. |
Era extra o aquel hombre, | |
O por tal lo tomaron, | |
Porque besaba todo | |
Lo que hallaba a su paso. | |
Besaba a las personas, | |
Al perro, al mobiliario | |
Y mordí a dulcemente | |
La ventana de un cuarto. | |
Cuando salí a a la calle | |
Le iba besando al barrio | |
Las esquinas, aceras, | |
Portales y mercados, | |
Y en las noches de cine | |
tambié n las de teatro | |
Besaba su butaca | |
Y las de sus costados. | |
Por estas y otras muchas | |
Los cuerdos lo llevaron | |
Donde nadie lo viera, | |
Donde no recordarlo, | |
Y cuentan que en su celda | |
Besaba sus zapatos, | |
Su catre, sus barrotes, | |
Sus paredes de barro. | |
Un dí a sin aviso, | |
Murió aquel hombre extra o | |
Y muy naturalmente | |
En tierra lo sembraron. | |
En ese mismo instante, | |
Desde el cielo, los pá jaros | |
Descubrieron que al mundo | |
Le habí an nacido labios. |