Pizzigatos

Pizzigatos 歌词

歌曲 Pizzigatos
歌手 Love of Lesbian
专辑 La noche eterna. Los días no vividos
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Era un gato muy siamés, le llamaban Bala.
Urbanita, vago y cortés. Y un collar de gala.
Un buen día le dio por andar.
Se largó de su barrio y tardó un año en regresar.
Tenía el gato novia formal, una angora blanca.
Le pidió un abrazo y perdón. Estaba tan airada…
“Hijo de chucho pequinés, dime dónde has estado.
Me tenías aquí a tus pies”
“Estuve en Londres, Buenos Aires, México,
me bañé en el Sena, y sí, vuelvo con la conclusión:
en todos esos cielos brilla igual nuestra luna llena,
y tú sigues siendo la mejor.”
“Hasta que no cambies, lo nuestro será ciencia ficción.
Hasta que no cambies, no dejaré que pases, hoy no.
Deja de mirarme, no sé cómo lo haces, por Dios.
Pero te mueves bien, lo voy a reconocer.”
“En amplias avenidas busqué tu felina sombra.
Creía verte en cada arcén o dentro de furgonas.”
Bala dijo: “Ya está bien, ¡basta ya de arañazos!
Sigo estando aquí a tus pies.”
En Londres, Buenos Aires, México,
cada pena y aflicción pueden curarse bailando.
Tango, una ranchera o un charlestón,
todo se olvida bailando.
Es como volver a nacer.
“Hasta que no cambies, lo nuestro será ciencia ficción.
Hasta que no cambies, no dejaré que pases, hoy no.
Deja de mirarme, no sé cómo lo haces, por Dios
Pero te mueves bien, lo voy a reconocer.”
Allí en medio de un tejado, en un cortejo hasta el amanecer,
la volteó del revés.
Y una raspa de pescado fue el teclado del señor Ciempiés.
Ella ha caído otra vez.
“Da igual que no cambies, estamos destinados, tú y yo.”
Era un gato muy siame s, le llamaban Bala.
Urbanita, vago y corte s. Y un collar de gala.
Un buen di a le dio por andar.
Se largo de su barrio y tardo un a o en regresar.
Teni a el gato novia formal, una angora blanca.
Le pidio un abrazo y perdo n. Estaba tan airada
" Hijo de chucho pequine s, dime do nde has estado.
Me teni as aqui a tus pies"
" Estuve en Londres, Buenos Aires, Me xico,
me bae en el Sena, y si, vuelvo con la conclusio n:
en todos esos cielos brilla igual nuestra luna llena,
y tu sigues siendo la mejor."
" Hasta que no cambies, lo nuestro sera ciencia ficcio n.
Hasta que no cambies, no dejare que pases, hoy no.
Deja de mirarme, no se co mo lo haces, por Dios.
Pero te mueves bien, lo voy a reconocer."
" En amplias avenidas busque tu felina sombra.
Crei a verte en cada arce n o dentro de furgonas."
Bala dijo: " Ya esta bien, basta ya de ara azos!
Sigo estando aqui a tus pies."
En Londres, Buenos Aires, Me xico,
cada pena y afliccio n pueden curarse bailando.
Tango, una ranchera o un charlesto n,
todo se olvida bailando.
Es como volver a nacer.
" Hasta que no cambies, lo nuestro sera ciencia ficcio n.
Hasta que no cambies, no dejare que pases, hoy no.
Deja de mirarme, no se co mo lo haces, por Dios
Pero te mueves bien, lo voy a reconocer."
Alli en medio de un tejado, en un cortejo hasta el amanecer,
la volteo del reve s.
Y una raspa de pescado fue el teclado del se or Ciempie s.
Ella ha cai do otra vez.
" Da igual que no cambies, estamos destinados, tu y yo."
Era un gato muy siamé s, le llamaban Bala.
Urbanita, vago y corté s. Y un collar de gala.
Un buen dí a le dio por andar.
Se largó de su barrio y tardó un a o en regresar.
Tení a el gato novia formal, una angora blanca.
Le pidió un abrazo y perdó n. Estaba tan airada
" Hijo de chucho pequiné s, dime dó nde has estado.
Me tení as aquí a tus pies"
" Estuve en Londres, Buenos Aires, Mé xico,
me baé en el Sena, y sí, vuelvo con la conclusió n:
en todos esos cielos brilla igual nuestra luna llena,
y tú sigues siendo la mejor."
" Hasta que no cambies, lo nuestro será ciencia ficció n.
Hasta que no cambies, no dejaré que pases, hoy no.
Deja de mirarme, no sé có mo lo haces, por Dios.
Pero te mueves bien, lo voy a reconocer."
" En amplias avenidas busqué tu felina sombra.
Creí a verte en cada arcé n o dentro de furgonas."
Bala dijo: " Ya está bien, basta ya de ara azos!
Sigo estando aquí a tus pies."
En Londres, Buenos Aires, Mé xico,
cada pena y aflicció n pueden curarse bailando.
Tango, una ranchera o un charlestó n,
todo se olvida bailando.
Es como volver a nacer.
" Hasta que no cambies, lo nuestro será ciencia ficció n.
Hasta que no cambies, no dejaré que pases, hoy no.
Deja de mirarme, no sé có mo lo haces, por Dios
Pero te mueves bien, lo voy a reconocer."
Allí en medio de un tejado, en un cortejo hasta el amanecer,
la volteó del revé s.
Y una raspa de pescado fue el teclado del se or Ciempié s.
Ella ha caí do otra vez.
" Da igual que no cambies, estamos destinados, tú y yo."
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