En La Sed Mortal

En La Sed Mortal 歌词

歌曲 En La Sed Mortal
歌手 Nacho Vegas
专辑 Miedo Al Zumbido De Los Mosquitos
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Llevo ya una copa de más,
aquí en La Sed Mortal, cuando llega Dodó.
Y yo no me muevo de aquí,
y aun así habré de llegar a la conclusión de que no hay
un ser más culpable que yo,
ni lo habrá, sobre la tierra.
Y empiezo a pedir así:
Por las cosas que siento y por aquellas que odio sentir,
por mi mala cabeza
porque mi calavera, ella no dejará de reír,
por las lunas nuevas,
por las cosas revueltas que dan vueltas dentro de mí,
por seis años de penas
y por cosas que ni tan siquiera me atrevo a decir.
Perdón por mis pies siempre fríos,
por la noche pasada, y por la otra, y por aquella también.
Perdón por el Gran Sinsentido,
por querer comprenderlo y, sobretodo, por no comprender ...
Perdón.
Y Dodó me observa,
y yo le oigo rezar así: "Perdón por existir."
Y amablemente invito a una copa a Dodó,
y él me cuenta que incluso los perros se ponen tristes después de eyacular.
Y acabamos agarrados en La Sed Mortal,
y yo puedo jurar que no hay
un ser más culpable que yo,
ni lo habrá, sobre la tierra.
Y por dos mil años de cristiandad;
por tener la osadía de alimentarme y de respirar;
por los superdotados,
por el hombre tripudo y por la liberación sexual,
por el circo italiano,
por el viejo que agita una servilleta al hablar
y me jura y me perjura que en ella
ha resuelto el misterio de la Santísima Trinidad.
Perdón por la gente moderna,
porque corro el peligro de mirarla y perder la razón.
¡Perdón, por el amor de Dios!,
por la gran decadencia de una vida pidiendo perdón.
Perdón, perdón por los cuatro elementos,
por la tierra y el agua y el fuego y la polución.
Perdón, perdón por todos mis lamentos,
por Dodó y, en fin, hoy pido por esta canción.
Perdón.
Y os miro a los labios,
y a todos oigo pedir perdón por existir.
Llevo ya una copa de ma s,
aqui en La Sed Mortal, cuando llega Dodo.
Y yo no me muevo de aqui,
y aun asi habre de llegar a la conclusio n de que no hay
un ser ma s culpable que yo,
ni lo habra, sobre la tierra.
Y empiezo a pedir asi:
Por las cosas que siento y por aquellas que odio sentir,
por mi mala cabeza
porque mi calavera, ella no dejara de rei r,
por las lunas nuevas,
por las cosas revueltas que dan vueltas dentro de mi,
por seis a os de penas
y por cosas que ni tan siquiera me atrevo a decir.
Perdo n por mis pies siempre fri os,
por la noche pasada, y por la otra, y por aquella tambie n.
Perdo n por el Gran Sinsentido,
por querer comprenderlo y, sobretodo, por no comprender ...
Perdo n.
Y Dodo me observa,
y yo le oigo rezar asi: " Perdo n por existir."
Y amablemente invito a una copa a Dodo,
y e l me cuenta que incluso los perros se ponen tristes despue s de eyacular.
Y acabamos agarrados en La Sed Mortal,
y yo puedo jurar que no hay
un ser ma s culpable que yo,
ni lo habra, sobre la tierra.
Y por dos mil a os de cristiandad
por tener la osadi a de alimentarme y de respirar
por los superdotados,
por el hombre tripudo y por la liberacio n sexual,
por el circo italiano,
por el viejo que agita una servilleta al hablar
y me jura y me perjura que en ella
ha resuelto el misterio de la Santi sima Trinidad.
Perdo n por la gente moderna,
porque corro el peligro de mirarla y perder la razo n.
Perdo n, por el amor de Dios!,
por la gran decadencia de una vida pidiendo perdo n.
Perdo n, perdo n por los cuatro elementos,
por la tierra y el agua y el fuego y la polucio n.
Perdo n, perdo n por todos mis lamentos,
por Dodo y, en fin, hoy pido por esta cancio n.
Perdo n.
Y os miro a los labios,
y a todos oigo pedir perdo n por existir.
Llevo ya una copa de má s,
aquí en La Sed Mortal, cuando llega Dodó.
Y yo no me muevo de aquí,
y aun así habré de llegar a la conclusió n de que no hay
un ser má s culpable que yo,
ni lo habrá, sobre la tierra.
Y empiezo a pedir así:
Por las cosas que siento y por aquellas que odio sentir,
por mi mala cabeza
porque mi calavera, ella no dejará de reí r,
por las lunas nuevas,
por las cosas revueltas que dan vueltas dentro de mí,
por seis a os de penas
y por cosas que ni tan siquiera me atrevo a decir.
Perdó n por mis pies siempre frí os,
por la noche pasada, y por la otra, y por aquella tambié n.
Perdó n por el Gran Sinsentido,
por querer comprenderlo y, sobretodo, por no comprender ...
Perdó n.
Y Dodó me observa,
y yo le oigo rezar así: " Perdó n por existir."
Y amablemente invito a una copa a Dodó,
y é l me cuenta que incluso los perros se ponen tristes despué s de eyacular.
Y acabamos agarrados en La Sed Mortal,
y yo puedo jurar que no hay
un ser má s culpable que yo,
ni lo habrá, sobre la tierra.
Y por dos mil a os de cristiandad
por tener la osadí a de alimentarme y de respirar
por los superdotados,
por el hombre tripudo y por la liberació n sexual,
por el circo italiano,
por el viejo que agita una servilleta al hablar
y me jura y me perjura que en ella
ha resuelto el misterio de la Santí sima Trinidad.
Perdó n por la gente moderna,
porque corro el peligro de mirarla y perder la razó n.
Perdó n, por el amor de Dios!,
por la gran decadencia de una vida pidiendo perdó n.
Perdó n, perdó n por los cuatro elementos,
por la tierra y el agua y el fuego y la polució n.
Perdó n, perdó n por todos mis lamentos,
por Dodó y, en fin, hoy pido por esta canció n.
Perdó n.
Y os miro a los labios,
y a todos oigo pedir perdó n por existir.
En La Sed Mortal 歌词
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