歌曲 | La Fin |
歌手 | Bunbury & Vegas |
专辑 | El Tiempo De Las Cerezas |
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Hace tres años y un día | |
llegaba a Norteña | |
era sólo uno más entre los extraños | |
Hoy dirías que he envejecido | |
al menos diez años. | |
Me dediqué por un tiempo a cantar | |
en el puerto canciones | |
que había aprendido aquí mismo | |
unas pocas hablaban del cielo | |
y muchas del abismo | |
La conocí una mañana | |
tras una guitarra | |
y brotó de sus labios aquella tonada | |
como si fuera una maldición | |
ya no pude olvidarla | |
Y podría volver, y podría decir | |
que las cosas van bien allá por Norteña | |
y omitir que allí una extraña mujer | |
me enseñó que no hay bien | |
que por mal no venga | |
y aunque yo preguntaba | |
ella siempre callaba o decía | |
no quieras saber de mi vida | |
no me hagas hablar | |
que si bebo es para olvidar | |
Desde ese día aquella melodía | |
se aferra en mi alma | |
arrancarla resulta imposible | |
pues resuena con la perfección | |
de un recuerdo terrible | |
y aún cuando intento escribir | |
nuevos versos | |
me encuentro de frente tan sólo | |
con desilusiones | |
y ahora se con certeza | |
que no escribiré más canciones | |
Y podría volver, y podría decir | |
que las cosas van bien | |
allá por Norteña | |
y omitir que allí, una extraña mujer | |
me enseñó que no hay bien | |
que por mal no venga | |
Y aunque yo preguntaba, | |
ella siempre callaba o decía | |
no quieras saber de mi vida | |
no me hagas hablar | |
que si bebo es para olvidar | |
Y aunque yo preguntaba | |
ella siempre callaba, o decía | |
no quieras saber de mi vida | |
no me hagas hablar | |
que si bebo es para olvidar |
Hace tres a os y un di a | |
llegaba a Norte a | |
era so lo uno ma s entre los extra os | |
Hoy diri as que he envejecido | |
al menos diez a os. | |
Me dedique por un tiempo a cantar | |
en el puerto canciones | |
que habi a aprendido aqui mismo | |
unas pocas hablaban del cielo | |
y muchas del abismo | |
La conoci una ma ana | |
tras una guitarra | |
y broto de sus labios aquella tonada | |
como si fuera una maldicio n | |
ya no pude olvidarla | |
Y podri a volver, y podri a decir | |
que las cosas van bien alla por Norte a | |
y omitir que alli una extra a mujer | |
me enseo que no hay bien | |
que por mal no venga | |
y aunque yo preguntaba | |
ella siempre callaba o deci a | |
no quieras saber de mi vida | |
no me hagas hablar | |
que si bebo es para olvidar | |
Desde ese di a aquella melodi a | |
se aferra en mi alma | |
arrancarla resulta imposible | |
pues resuena con la perfeccio n | |
de un recuerdo terrible | |
y au n cuando intento escribir | |
nuevos versos | |
me encuentro de frente tan so lo | |
con desilusiones | |
y ahora se con certeza | |
que no escribire ma s canciones | |
Y podri a volver, y podri a decir | |
que las cosas van bien | |
alla por Norte a | |
y omitir que alli, una extra a mujer | |
me enseo que no hay bien | |
que por mal no venga | |
Y aunque yo preguntaba, | |
ella siempre callaba o deci a | |
no quieras saber de mi vida | |
no me hagas hablar | |
que si bebo es para olvidar | |
Y aunque yo preguntaba | |
ella siempre callaba, o deci a | |
no quieras saber de mi vida | |
no me hagas hablar | |
que si bebo es para olvidar |
Hace tres a os y un dí a | |
llegaba a Norte a | |
era só lo uno má s entre los extra os | |
Hoy dirí as que he envejecido | |
al menos diez a os. | |
Me dediqué por un tiempo a cantar | |
en el puerto canciones | |
que habí a aprendido aquí mismo | |
unas pocas hablaban del cielo | |
y muchas del abismo | |
La conocí una ma ana | |
tras una guitarra | |
y brotó de sus labios aquella tonada | |
como si fuera una maldició n | |
ya no pude olvidarla | |
Y podrí a volver, y podrí a decir | |
que las cosas van bien allá por Norte a | |
y omitir que allí una extra a mujer | |
me enseó que no hay bien | |
que por mal no venga | |
y aunque yo preguntaba | |
ella siempre callaba o decí a | |
no quieras saber de mi vida | |
no me hagas hablar | |
que si bebo es para olvidar | |
Desde ese dí a aquella melodí a | |
se aferra en mi alma | |
arrancarla resulta imposible | |
pues resuena con la perfecció n | |
de un recuerdo terrible | |
y aú n cuando intento escribir | |
nuevos versos | |
me encuentro de frente tan só lo | |
con desilusiones | |
y ahora se con certeza | |
que no escribiré má s canciones | |
Y podrí a volver, y podrí a decir | |
que las cosas van bien | |
allá por Norte a | |
y omitir que allí, una extra a mujer | |
me enseó que no hay bien | |
que por mal no venga | |
Y aunque yo preguntaba, | |
ella siempre callaba o decí a | |
no quieras saber de mi vida | |
no me hagas hablar | |
que si bebo es para olvidar | |
Y aunque yo preguntaba | |
ella siempre callaba, o decí a | |
no quieras saber de mi vida | |
no me hagas hablar | |
que si bebo es para olvidar |