歌曲 | Como La Lluvia En Buenos Aires |
歌手 | Juan Carlos Baglietto |
专辑 | Luz Quitapenas |
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Cuando las cartas salen malas | |
y van los dioses a lo suyo | |
cuando la luna es un anuncio de neón | |
cuando el silencio te acorrala | |
y te hipotecan el orgullo, | |
cuando el crepúsculo te pega un bofetón, | |
cuando las calles se amontonan | |
cuando los sueós se marchitan | |
cuando el teléfono se olvida de sonar | |
cuando las drogas decepcionan | |
cuando la sangre se encabrita | |
cuando los bares coleccionan soledad. | |
Y demasiadas pocas veces se merece | |
a vida una canción | |
y demasiadas madrugadas amanece | |
nublado el corazón | |
y demasiadas noches paso | |
durmiendo solo al raso | |
bajo el reloj de la puerta del sol | |
con un frio del demoño | |
preguntandole al otoño | |
quien le puso ese nombre de estación. | |
Cuando se afilan las navajas | |
cuando conspiran los espejos | |
cuando enloquecen las agujas del reloj | |
cuando se rompen las barajas | |
cuando los niños nacen viejos | |
cuando la carne sabe a carne de cañon | |
cuando los angeles flasfeman | |
cuando las cartas llegan tarde | |
cuando la aurora es una nueva decepción | |
cuando los besos envenenan | |
o cuando llueve en Buenos Aires | |
cuando se pone el sol en la imaginación | |
Y demasiadas pocas veces se merece |
Cuando las cartas salen malas | |
y van los dioses a lo suyo | |
cuando la luna es un anuncio de neo n | |
cuando el silencio te acorrala | |
y te hipotecan el orgullo, | |
cuando el crepu sculo te pega un bofeto n, | |
cuando las calles se amontonan | |
cuando los sueo s se marchitan | |
cuando el tele fono se olvida de sonar | |
cuando las drogas decepcionan | |
cuando la sangre se encabrita | |
cuando los bares coleccionan soledad. | |
Y demasiadas pocas veces se merece | |
a vida una cancio n | |
y demasiadas madrugadas amanece | |
nublado el corazo n | |
y demasiadas noches paso | |
durmiendo solo al raso | |
bajo el reloj de la puerta del sol | |
con un frio del demo o | |
preguntandole al oto o | |
quien le puso ese nombre de estacio n. | |
Cuando se afilan las navajas | |
cuando conspiran los espejos | |
cuando enloquecen las agujas del reloj | |
cuando se rompen las barajas | |
cuando los ni os nacen viejos | |
cuando la carne sabe a carne de ca on | |
cuando los angeles flasfeman | |
cuando las cartas llegan tarde | |
cuando la aurora es una nueva decepcio n | |
cuando los besos envenenan | |
o cuando llueve en Buenos Aires | |
cuando se pone el sol en la imaginacio n | |
Y demasiadas pocas veces se merece |
Cuando las cartas salen malas | |
y van los dioses a lo suyo | |
cuando la luna es un anuncio de neó n | |
cuando el silencio te acorrala | |
y te hipotecan el orgullo, | |
cuando el crepú sculo te pega un bofetó n, | |
cuando las calles se amontonan | |
cuando los sueó s se marchitan | |
cuando el telé fono se olvida de sonar | |
cuando las drogas decepcionan | |
cuando la sangre se encabrita | |
cuando los bares coleccionan soledad. | |
Y demasiadas pocas veces se merece | |
a vida una canció n | |
y demasiadas madrugadas amanece | |
nublado el corazó n | |
y demasiadas noches paso | |
durmiendo solo al raso | |
bajo el reloj de la puerta del sol | |
con un frio del demo o | |
preguntandole al oto o | |
quien le puso ese nombre de estació n. | |
Cuando se afilan las navajas | |
cuando conspiran los espejos | |
cuando enloquecen las agujas del reloj | |
cuando se rompen las barajas | |
cuando los ni os nacen viejos | |
cuando la carne sabe a carne de ca on | |
cuando los angeles flasfeman | |
cuando las cartas llegan tarde | |
cuando la aurora es una nueva decepció n | |
cuando los besos envenenan | |
o cuando llueve en Buenos Aires | |
cuando se pone el sol en la imaginació n | |
Y demasiadas pocas veces se merece |